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Ilusión

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Que la ilusión nos acompañe todos los días del año.

domingo, 27 de octubre de 2013

No al Acoso Escolar

Acoso. La RAE nos da la definición de  esta palabra: Acción y efecto de acosar, y acosar: Perseguir, sin darle tregua ni reposo, a un animal o a una persona. Perseguir, apremiar, importunar a alguien con molestias o requerimientos.
No sé si habrá un acoso mejor o peor que otros. Pero entre todos me parece especialmente doloroso y cruel el acoso escolar.
Es difícil trazar una línea entre lo que pueden parecer bromas normales entre escolares, ya se sabe los niños son especialmente irónicos y crueles. Si pero dentro de esta premisa de normalidad debe haber un límite. Cómo saber cuándo se ha pasado este límite, no es fácil, dependerá de cada caso individual, dependerá de quien lo sufre y de quien lo realiza.
Pero cuando un niño vuelve a casa asustado, no quiere ir más al cole, o cambia en sus actitudes y ritmo de estudios y de actividad escolar y extraescolar, hay que pensar que algo está pasando.
He tenido la ocasión de acercarme a esta problemática a raíz de leer a una mujer, blogera como yo, y escritora con libro publicado. Pero sobre todo madre, y madre que sufre a través de su hija este problema. De su mano he sabido algo más y quiero compartirlo.
Lo podéis escuchar de primera mano a través de un programa de radio donde ella daba la entrada para abordar el problema:

Yo os hago un resumen aproximado de lo que allí se dice, y como yo lo he entendido:
¿Cómo actuar? ¿Qué hacer y por dónde empezar?
He sabido de una triple A, pautas para enfrentarse al problema:
- Acoger: Debemos escuchar a los niños, y dar importancia a lo que nos cuentan. Siempre que un niño se queja, tiene razones para ello. Quizá no debamos magnificar el asunto, y no delante de ellos, pero debemos desplegar todas las antenas y observar el alcance de los hechos.
- Apoyar: hay que hacer ver a los niños que estamos a su lado, que estamos vigilantes. No solo nosotros, los familiares, los amigos. Hacerles entender que no es culpa suya. Pero también dejarles el protagonismo a ellos. Ellos son los acosados, y ellos tienen que salir de la situación, con nuestro apoyo incondicional. Pero ser ellos los que sepan que han salido adelante, poniendo freno por sí mismos.
- Actuar, por último, y después de escuchar, prestar nuestro apoyo, debemos actuar, generalmente los niños acosados, son eso niños. Por tanto menores, por ello somos los padres los que tomaremos las iniciativas pertinentes, a través de los cauces propios para ello. Pero los chicos deben saber que se está haciendo, que hemos iniciado el camino para la solución.
Este camino empezara por los más cercanos al niño:
-El profesor tutor, se le pondrá en conocimiento la situación.
-Jefes de estudios, coordinadores pedagógicos.
-La dirección del centro.
Si las aptitudes de todos ellos son esquivas, no nos convencen, son en suma superficiales y no nos dan un compromiso de actuación, la petición se hará por escrito y se esperara una respuesta.
-El registro: Si hay demora en la contestación, se formulará de nuevo la exposición del caso y se pasará por el registro.
Este escrito deberá contener de manera clara todos los datos posibles. Cuándo, y con qué frecuencia ha pasado, dónde (patio, pasillos). Concretando al máximo quién lo hace, de forma concisa pero contundente. Sin olvidar la educación, pero pidiendo una actuación al respecto. (Yo solicito que el centro actúe, tome medidas, etc.)
-La inspección: se adjuntarán todos los documentos que tengamos sobre el caso, posibles notas escritas acosando. Testimonios de compañeros, o incluso de padres de alumnos que saben algo del tema.
- Comisarías de Policía, recomendablemente las de policía nacional, pero también las autonómicas.
- Fiscalía de menores, que corresponda según la zona.
Tanto en comisaría, como en la fiscalía se denunciará a las personas acosadoras, con nombre y apellidos, incluso si son menores, se indicará el nombre y apellidos si se conoce quienes son.
Se puede denunciar también al centro, aduciendo que no han dado respuesta a nuestras peticiones.

Y más o menos este puede ser el camino a seguir en caso de que desgraciadamente nos encontremos viviendo esta pesadilla.
Ánimo a todos los niños que en este momento estén pasando por ello.

Como todas, esta batalla también se puede vencer.

Asun, 27 de Octubre de 2013




8 comentarios:

  1. La verdad es que es un tema complicado, y no por culpa de los menores, si no por culpa de los adultos, que no quieren gestionar el tema con más mano dura y mayores consecuencias. Ojalá consigamos resolver el problema. Un abrazo

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    1. Si es un tema muy complicado, y no se quienes son los culpables, será diferente en cada caso.
      Lo importante es estar atentos y no permitir que ningún niño sufra por este motivo.
      Abrazos.

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  2. Somos un pais que no piensa mal, pero siempre lo hace tarde. Como ejemplo, este peliagudo tema que hoy tocas.
    Escuchar es muy importante, escuchar y aportar coherencia. Yo, cuando mi hija llegaba a casa diciendo que si fulanico se rie de menganico, me he mantenido en una misma postura. A favor de la victima, en este pequeño caso, aquel del que otro se rie. Es importantisimo hacer ver al niño lo absurdo de ciertos comportamientos que se presentan como populares, cuando en realidad son lo contrario.

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    1. Así es, yo hacía igual, caundo me contaban que tal o cual era así o asá, les hacía ver que seguramente habría alguna razón para ello. Mi hija era más bien gordita de pequeña, lo que las abuelas llamaban una niña hermosa, y por ello era quizá mas torpe en los deportes. Sin llegar a estar acosada, por supuesto, lo cierto es que ahora no come sin contar las calorias, y literalmente muchos días no come. Y a los 15/16 años fue muy duro y muy serio. Y estoy segura que el problema empezó en el cole.
      En fin debemos estar vigiliantes, y si notamos algo raro en nuestros hijos, o en sus amigos, no dejarlo pasar.

      Un beso grande querido amigo.

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  3. A mí me pasaba cuando era niña, me acosaban me molestaban porque era una nena callada y estudiosa, a veces me tiraban del pelo y me hacían sufrir. Es que los niños son crueles, los mayores tienen que tomar los recaudos.
    Un besito

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    1. En realidad todos hemos sufrido burlas en la etapa escolar, y mas adelante también. Pero hay veces que ya se traspasa un límite y ahí es donde los mayores debemos actuar.
      Besos

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  4. Considero a los acosadores envidiosos ,al menos por mi experiencia.

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    1. Seguramente si, la envidia y la inseguridad traen este tipo de situaciones. Pero a veces sobrepasan todo lo admisible.
      Saludos.

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MUCHAS GRACIAS POR VUESTRAS PALABRAS.